Cala

Brisa mediterránea salvaje: sal, sol y hierbas furtivas entre rocas y matorrales costeros.

Historia

Cala nace de una cala escondida en Cap de Creus, un rincón del Mediterráneo donde los elementos se funden en un carácter seco y rugoso, suave y rebelde. Aquí, solo las plantas más resistentes meditan su existencia frente al mar y al sol abrasador — y esas son las que dan vida a esta fragancia. A través de Cala, Bravanariz captura ese verano contrastado: un abrazo de sal en la piel, la luz tibia del sol y la calma que solo el mar puede otorgar.

Notas olfativas

Notas de salida: Hinojo, Salicornia, Menta

Notas de corazón: Romero, Salvia, Pino blanco

Notas de fondo: Cistus, Ciprés

Sensaciones

Cala es una sinfonía de contrastes sensoriales: la salinidad marina se mezcla con el dulzor ligeramente anisado del hinojo y el frescor verde de la menta. El corazón herbáceo aporta un pulso de autenticidad, mientras que las notas profundas de resina y ciprés envuelven tu piel con una textura mineral y terrosa. Es como sentir el murmullo del mar fusionarse con el eco crepitante de pino y matorral bajo el sol.

Ocasiones de uso

Ideal para verano: especialmente días cálidos donde el aire costero refresca el cuerpo y el alma.

Perfecto para uso diurno: un paseo al atardecer, una velada junto al mar o un momento en que el aire brilla con sal y luz.

Para espíritus naturales, libres y sensibles: quienes buscan autenticidad, libertad y una fragancia que invite al paisaje mediterráneo.

Qué lo hace especial

Cala no solo es 100 % natural y sin filtrar, sino un tributo olfativo al paisaje de la Costa Brava. Cada planta—desde el hinojo a las estepas—fue seleccionada por su capacidad de resistir y sobrevivir, aportando no solo aroma, sino carácter. El resultado es una fragancia viva que respira y evoluciona, con una textura cruda y real que solo lo salvaje sabe revelar.

Invitación final a descubrirlo

Déjate envolver por Cala como si caminaras a los pies de un acantilado, con la sal en la piel y el viento susurrando entre hierbas silvestres. Cierra los ojos: hinojo, menta, sol y resina se entrelazan en una mirada despierta hacia el Mediterráneo más indómito. Descúbrelo… y lleva contigo ese instante eterno donde la tierra y el mar se encuentran.